¿Quieres ser Tim Burton?

Juan Zamora



¿Quién, en toda su exacerbante y enojosa vida, no ha deseado endiabladamente ser otra persona? Ese es un pensamiento recurrente que se mueve como pelota de ping-pong entre mis dos únicas neuronas cada vez que asisto al cine para ver una película.

Ver una película es una experiencia religiosa –como dice la canción. Uno muere por espacio de noventa o un poco más de ciento veinte minutos y reencarna en alguno de los personajes del film –al menos durante ese intervalo. Eso es así pero, qué tal si en lugar de un personaje, se decidiera uno por ser el director de la película. Eso daría más poder de acción, diría yo. El poder de influir en la trama y hasta en el desenlace mismo o, tal vez simplemente estar en la cabeza del director y saber de dónde diantres saca semejantes ideas.

Se me ocurre que ya no quiero ser más el “Muchacho Bueno”, ni el “Malo Malazo”, ni el “Galán del Verano” (mucho menos el “de Otoño”). No, ahora quiero ser, “El Director”. Quiero estar en el set de filmación y gritar “¡CORTEN!”.

Ahora veamos, de tantos, quién pudiera ser el elegido… ¡Ey!, esperen un segundo, creo que los restos del pollo que acabo de almorzar se están moviendo. Sí, parece increíble pero, se está rejuntando y armando nuevamente la osamenta del difunto galliforme. Ahora se encuentra parado frente a mí, y creo que trata de decirme algo.

-¿Qué?, habla un poco más fuerte por favor.

-Buu… Bububu… Bububurrrrrrtooonnnnnn…

No sé de qué me habla. No le entiendo. Aunque… ¡Epa!, me parece que quiso decir, “BURTON”. Pero claro, Tim Burton, el director. Qué otra cosa hubiese podido sugerir el cadáver de un pollo. Y si lo que busco es tratar de desentrañar los intríngulis que se suscitan en la loca cabeza de un Director de Cine, además de intentar ser yo, “El Director”, quién mejor que el gran Tim Burton.

Bueno, ya he seleccionado a la, ¿víctima? Ahora tengo que salir en búsqueda de una oficina en donde estén necesitando un archivador. Solicito el empleo, me contratan, empiezo a trabajar, localizo una extraña compuerta que me lleve directamente a la cabeza de Tim Burton y, ¡voilá!

Ya me veo entrando a un restaurante y todos mirándome con admiración y saludando. El Maître me recibe y dice:

-¿Burton?

-Burton

-¿Burton, Burton?

-Burton, Burton

-¿Burton? ¿Burton? ¿Burton?

-Burton, Burton, Burton

-¡BURTON! ¡BURTON!

Pero, y ahora qué demonios quiere éste, pollo…

-Maaaa… Mamaaaaa… Mamamaaaaa…

-Cuidado con lo que intentas decir, pollo loco.

-Maaaa… Mamaaa… Maaalkooovich…

-¿Malkovich, Malkovich?

-Maaalkooovich, Maaalkooovich

-¿Te refieres a, John Malkovich? No, lo siento, ya escogí a Tim Burton.

-Aaaaaaaggggggggg…

¡Uy!, se desarmó… En fin, de verdad que me gustaría muchísimo estar en la cabeza de Tim Burton. Ser Tim Burton. Observar en primera fila ese volcán en erupción que debe ser su cerebro generando ideas, creando, fantaseando. Sí, algunas de sus películas no han sido ideas originales sino, adaptaciones pero, en la producción y dirección, su cabeza ha jugado un papel estelar.

Volviendo a lo de su cabeza, una vez que esté adentro, imagino que voy a encontrar algo así como la fábrica de chocolates de Willy Wonka, con Umpa Lumpas y todo. En esa fábrica debe tener trabajando también a muchos espantapájaros, perros muertos, serpientes, calabazas con patas y fantasmas; todo enmarcado en un ambiente muy gótico y a rayas.

Creo que va a ser muy divertido, es más, tengo algunas ideas para desarrollar cuando por fin sea Tim Burton ¿Qué opinan de un tipo que se la pasa contando historias fantásticas, y cuando se encuentra con su hijo, resulta que éste último está muerto y se lo lleva a su mundo, sólo para demostrarle que es mucho más fantástico todavía que sus historias? ¿Sorprendidos? ¿Qué les parece una película acerca de un jinete sin caballo? Bueno, en realidad, al final se descubre que si tiene caballo, sólo que éste es un fantasma.

¿Y un espectro con chaqueta a cuadros que en lugar de manos tiene, navajas y, se mete a barbero para cortarles las orejas a sus clientes y hacer chicharrón? Buen tema, ¿verdad? En vez del Planeta de los Simios, ¿cómo les suena, El Planeta de los Lémures? Y hay más, señoras y señores, mucho más. Piensen en un osito de peluche al que le aplican electricidad y cobra vida, “Frankenweenie The Pooh” pudiera ser su nombre. “Batman Reloaded”, el encapotado adquiere los poderes de Blade, ese es mi concepto de un murciélago recargado; pero mejor me detengo acá, no vaya a ser que alguien termine robándose mis ideas.

Ser otro y aprovechar para aprender y hacer lo que uno quiere, simplemente genial. ¿Alguien más quiere ser Tim Burton? Pues, olvídenlo, ya está ocupado, búsquense a otro…


No hay comentarios: